Desarrollo filosófico  palabra / marca figurativa

Hace 10 años , cuando adquirí mis primeras experiencias profesionales, asistí a dos fotógrafos en el barrio neoyorquino de Soho. Allí se juntaban, en un loft, muchas culturas apasionantes como japonesas, chinas, canadienses, de Atlanta así como americanas, mexicanas y otras, realizando proyectos creativos. Todos nos entedíamos en una lengua principal. Era una unión multicolor. Pero nadie podía pronunciar bien mi apellido. En Alemania es muy habitual y común, pero en el extranjero es difícil de pronunciar correctamente. Un día alguien me llamó a gritos por la sala: "Miss Baker" o "Ma Baker" que pronunciado en alemán sería:

[ˈbeɪkər].

Todos rieron. Yo sonreí. En cierto modo enseguida me pareció genial y así es como con mis colegas de la otra parte del mundo, surgió mi nombre artístico. Recuerdo con cariño esa época tan activa y creativa.

Hay también, entre otras cosas, en algunos lugares de este mundo, calles que se llaman Bakerstreet. Esto se debe a todo tipo de raíces culturales y razones históricas. Mi gran suerte fué cruzarme con ellas por casualidad en una época parecida. Me inspiraron. Y así fue como tuve el siguiente pensamiento, junto a un juego filosófico de palabras:

Llamo a mi oficina, mi calle, en la que me gusta ser creativa: bakerstreet. Aquí son bienvenidos todos los que tengan deseos de intercambio creativo y se comuniquen con responsabilidad. Todo está interconectado y es intemporal. Sigo cultivando la buena lengua alemana en un área local.

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Local: Oficina Meike Becker

Internacional: #bureaubaker #bakerstreet #officinaBecker